SI DIOS QUIERE

Queda poco más de un mes para finalizar el año y es hora de ir realizando el balance de los meses transcurridos, por un lado,  y pensar en el proyecto de vida para los meses que están por venir, por otro lado.

Podemos plantearnos diferentes preguntas sobre el transcurso de lo que formó parte de nuestro proyecto para el tiempo que ya está a punto de terminar:

– ¿Me he esforzado por conseguir los objetivos propuestos?

– ¿He aprovechado bien cada minuto?

– ¿He crecido espiritualmente en este año?

– ¿Cómo ha sido mi vida de pareja?, si la tengo.

– ¿Cómo ha sido mi vida familiar?

– ¿Qué virtudes he fomentado en mi interior?

– ¿Qué pecados me han atormentado?

– ¿Qué tentaciones he vencido y cuáles me han hecho caer?

– ¿Cómo está mi alma? ¿Está más radiante o se ha oscurecido más?

– ¿Le he dedicado tiempo generoso a la oración?

– ¿He frecuentado los sacramentos: Eucaristía, Confesión…?

– ¿Cómo ha sido mi vida en la comunidad cristiana a la que pertenezco?

– ¿Tengo miedos? ¿A qué?

Siempre que se hace balance a final de año, podemos comprobar que no estamos en el mismo punto que cuando comenzamos. Hemos dado pasos…siempre debemos fijarnos en el esfuerzo realizado, en las ayudas recibidas, en las metas diarias conseguidas y dar gracias a Dios por permitirnos avanzar. También debemos ser conscientes de los tropiezos, desvíos, caídas, obstáculos, que hemos superado  para llegar hasta hoy, y dar gracias por ello no lo podemos olvidar, porque todo cuenta, de todo se aprende y tanto lo que nos parece positivo como lo que percibimos como un problema, dolor o preocupación, o como un fracaso insalvable, nos va modelando para que esa transformación hacia la santidad a la que aspiramos todos, esa felicidad deseada, esté más cerca.

«Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.» 

(Lucas 8,39)

En cuanto al plan de vida para los próximos meses:

 ¿Qué espera Dios de mí?

Creo que después de realizar el balance con profundidad, en silencio, poniéndonos en manos del Espíritu Santo, será Él quien nos responda a cada uno, en lo más escondido de nuestra alma, a esa pregunta.

Después quizás te plantees esta otra cuestión: ¿Qué estoy dispuesto o dispuesta a dar?

Cuando alguien se enamora, lo da todo, no se reserva nada.

 ¿Amo a Dios por encima de todo?

Es un proyecto ambicioso el que nos propone Dios: entregar nuestra vida al servicio del Amor, con amor.

Todavía queda poco más de un mes para que termine el año. Se necesita valentía para enfrentarse con el balance y más valentía aún para ponerse en camino y sumarse a esa aventura ambiciosa que Dios tiene para cada uno de nosotros, pero sobre todo, se necesita humildad para reconocer las propias debilidades y escuchar con actitud de obediencia ciega las inspiraciones que el Espíritu Santo dicta a cada uno en el fondo del alma.

Está en nuestras manos.

Siempre hablamos de nuestros propósitos y aspiraciones añadiendo al final: Si Dios quiere.

Pues, me pregunto: si Dios quiere, ¿cómo no vamos a decirle sí a lo que Él espera de cada uno, de ti y de mí?

«El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.»

(Juan 12,25)
En la imagen se ve un cartel con fondo de color amarillo y las letras en negro. El cartel está dividido en dos partes horizontales. Arriba se puede leer la palabra resultados y abajo, atravesada por una línea roja, la palabra excusas.

1 comentario en “SI DIOS QUIERE

  1. TestimoniosdeAmor3 13 noviembre, 2023 — 10:02 pm

    Me ha encantado la propuesta. Cómo has dicho voy a ser valiente, y en silencio, y durante esta semana haré balance del año que está por terminar, y cuando lo logre, pasaré al segundo paso, propósitos para el año nuevo.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close