Preparando la Navidad

Hace pocos días, fui a unos grandes almacenes con mi madre. Nada más entrar por la puerta quedé deslumbrada con tanta luz y color, ya habían puesto toda la decoración navideña. Antes de marcharnos nos quedamos un rato para ver las cosas del Belén. En casa ya lo estamos poniendo y aunque no compremos nada, nos encanta ver todo lo que gira en torno al “Nacimiento”. Casi al final de la planta vimos  una zona muy pequeña con algunas figurillas, bolsitas de corcho blanco y serrín, y unas cajas apiladas con el Misterio en  distintos tamaños. Al fondo, estaba puesto el Belén, pero ¡que Belén tan pequeño!; unas figuras demasiado grandes, otras  pequeñas, las casas y los pocos animales que han puesto, no guardan proporción, todo puesto a un mismo nivel en una tabla….¡Qué poco  espacio y que poco esmero en representar el nacimiento del Niño Dios!. Eso sí, el resto de la planta está llena de adornos navideños, luces, arboles, renos, vajillas, bolas, etc, etc… todo ellos  seleccionados por colores y colocados con un gusto exquisito y mucho cuidado….muy bonito todo,  pero eso no es el verdadero sentido de la Navidad.

¿Cuál es la Navidad que yo quiero preparar en mi corazón?, ¿la que deslumbra con luces, destellos y  adornos?, o ¿ese pequeño Belén que es el que da significado y valor a la Navidad?

Ha llegado el adviento, tiempo de preparación para la llegada de Cristo a la tierra. Empecemos a prepararnos y construyamos un Belén en nuestro corazón, poniendo en él, dando cabida en él, a todos los personajes y meditando cada uno de ellos, lo que dicen, lo que hacen, lo que sienten….todos son importantes, todo lo que se pone en el Nacimiento es importante por insignificante que nos parezca.

Empezamos por el armazón, tiene que ser fuerte y estable. Para ello tenemos que asegurar y fortalecer nuestro corazón con más oración, una buena confesión, Eucaristía, lectura espiritual, con todo lo que nos ayude a preparar su venida.

Es fundamental, crear un entorno que dé vida al Belén, las montañas, el río, la arena, la tierra de colores, el musgo… ¿Cuál es el entorno de mi corazón?, ¿Es un entorno triste y apagado? ¿O es un entorno lleno de luz, alegría y esperanza? Para conseguir que brille, no podemos dejar de lado las virtudes: la fe, la generosidad, la diligencia, el optimismo, la honestidad, la sencillez, el respeto, la humildad…. Estas son las que adornan nuestra vida, las que nos mueven a buscar y hacer el bien dando lo mejor de nosotros.

No nos olvidemos de la tierra, que sea fecunda y labrada, empapándonos del verdadero mensaje del Adviento y de la Navidad, preparándola para que Jesús caiga en nuestros corazones como semilla de esperanza que Dios pone en nuestras vidas. También las montañas de papel, dóciles y  moldeables en manos de Dios, dejándole que trabaje nuestro corazón transformándolo según Su voluntad y no la nuestra.

Busquemos ser sencillos y humildes como los pastores, estos se fiaron del Ángel, pues bien, fiémonos  de Su palabra y de todas las personas que Dios pone en nuestro camino y  que con sus palabras y ayuda nos acercan a Jesús. Pongamos a los pies del pesebre, lo mejor que tengamos de nosotros, al igual que lo hicieron los pastores y los Reyes Magos.

Y por último, preparemos nuestro corazón para que sea como el pesebre en el que un día nació Jesús, que pasó de acoger animales sucios, a dar cobijo al mismo Dios.

Señor te pido que vengas al pesebre de mi interior, que aunque lo encuentres tan vacío, frío y sucio, solamente con tu presencia lo transformas. Madre mía que cuando reciba la comunión, seas Tú misma, la que pongas a tu Hijo con tus benditas manos en mi pobre corazón.

4 comentarios en “Preparando la Navidad

  1. Consciente de mi debilidad, muy difícil me resultaba prepararme para la venida de Jesús. ¿Cómo hacerlo, por donde empezar?.
    Esta mañana en la oración de colecta el sacerdote leía -» Señor y Dios nuestro que tu poder divino prepare nuestro corazón para que cuando llegue tu Hijo Jesucristo nos encuentre dignos»…
    Así comienza mi preparación, pidiendo que sea él el que me enseñe el que me ayude a preparar su venida a mi corazón.
    Y su respuesta no ha tardado en llegar; quiere de mí un corazón grande, un corazón generoso.

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  2. TestimoniosdeAmor3 1 diciembre, 2021 — 9:26 pm

    Qué bonito, nunca había meditado tan detenidamente cada elemento, cada adorno, cada figura…
    Este año pondré mucho mimo a la hora de decorar la casa, de poner el Belén, de colocar al Niño Jesús…y no me olvidaré de aprovechar el tiempo de Adviento para iluminar el sitio dónde de verdad quiere estar Jesús, mi corazón.
    Muy bonito, me ha encantado.

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  3. Muy buena reflexión sobre el Adviento: nos hace caer en la cuenta que hemos de prepararnos interiormente para la Navidad.
    Nuestro corazón ha de estar bien limpio para acoger al Niño Jesús. Y qué mejor modo que acercarnos al Sacramento de la Penitencia, a la Confesión.

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  4. Testimoniosdeamor 6 1 diciembre, 2021 — 1:54 pm

    Qué bonita reflexión. Gracias.
    Señor, que sepa preparar mi corazón para Tí, y nada más. Tú eres el Regalo de la Navidad, es por Tí que la celebramos. Que no se me olvide.

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