Los extras


¿No te ocurre a veces que descubres alguna aplicación en el móvil, que no conocías, y luego te resulta muy útil?


¿O un día lees el manual de instrucciones de tu coche, y tienes por ahí algunos «extras» estupendos, que no usabas, y son fantásticos para su funcionamiento y conducción?


Pues creo que a los cristianos nos ocurre lo mismo. Dios nos da unos talentos, unos dones, unos extras, que, a veces, no usamos…..hasta que los descubrimos. Ya depende de nosotros el seguir cultivándolos, o no.


Por el Bautismo nos convertimos en hijos de Dios y entramos a formar parte de la Iglesia. Tenemos más sacramentos a nuestro alcance para ir avanzando en nuestra vida espiritual. Algunos sólo se reciben una vez, como son la Confirmación, el Matrimonio, y el Orden sacerdotal. Otros, los podemos recibir más veces, como la Unción de enfermos, y, sobretodo, la Eucaristía y la Confesión. Comulgar y confesar con frecuencia, nos dan gracia continuamente. También es importante hacer oración. Compruébalo, si es que aún no lo has descubierto.


Te hablo de estos dos sacramentos, porque los tenemos, como se suele decir, muy al alcance de la mano: sólo tienes que entrar en una Iglesia: allí tienes al sacerdote, que es otro Cristo, y los suele administrar a diario.


Precisamente un sacerdote me dijo hace poco, que veía que me estaba volviendo un poco contemplativa: que veo a Dios reflejado en el día a día, en muchos pequeños acontecimientos o sucesos que me acontecen. Es algo que nunca pensaba que ocurriría, pero veo que es cierto. Ésto no sucede de la noche a la mañana, pero cuando empiezas a intentar tomarte en serio tu vida espiritual, notas cambios. Yo lo he podido comprobar.


Contemplar a Dios en las pequeñas cosas del día a día; intentar sacar una sonrisa al que está triste; sentirme feliz y profundamente amada por Dios; intentar ver sólo lo bueno en los demás (que cuesta mucho trabajo, la verdad)….¡hay tánto que los cristianos podemos hacer!. Como bautizados, y muchos, también confirmados, tenemos esa especie de «sello» que nos da el Espíritu Santo, y muchas veces no usamos ninguno de los talentos que Dios nos ha dado, ni los hacemos multiplicar, como nos cuenta la parábola. (Mt 25, 14-30).


Lo mismo tienes un talento estupendo para escribir o dibujar, e incluso evangelizar con ello; o para saber escuchar a otros y ayudar con tu compañía; o para la música, y comunicar y hacer apostolado cantando; o para la medicina, y puedes con tus conocimientos y cariño cuidar a mucha gente y ayudarlos en momentos de enfermedad; o se te da bien hacer compañía a los mayores, y animarlos; o eres fantástico orando por los demás, que hace mucha falta, no pares de hacerlo; o has sentido la llamada a la vida consagrada, y ves que puede ser tu sitio en este mundo, pues adelante; o se te dan bien los pequeños, y eres una canguro estupenda, incluso una madre o padre de familia numerosa; o tienes mano para cocinar, y por medio de ello, sirves y amas a otros; o te has animado a ser catequista, y los niños y jóvenes están como locos contigo……¡hay tantas pequeñas y grandes cosas que podemos hacer por los demás, y por nosotros mismos!


Sólo tenemos que pararnos a pensar: ¿qué se me da bien? ¿He probado a intentar cosas nuevas en mi vida, que me ayuden como hijo de Dios, y que sirvan para crecer interiormente y para ayudar a los demás? ¿Me conformo con la monotonía de mi vida espiritual? ¿Veo que estoy mejorando en algo que no pensaba que podía hacer? ¿En mi vida laboral intento hacer las cosas bien, crear buen ambiente, evitar conflictos, y de paso, evangelizar un poco?


Siempre hay algo que podemos descubrir que se nos da bien, o tenemos facilidad para ello, tanto en la vida personal, como en la familiar, o en la profesional. Pues intentemos desarrollar todos esos talentos que Dios nos ha dado, y ponerlos al servicio de los que tenemos cerca.


Como en los coches, muchos extras nos vienen de serie….pero a veces no los usamos, hasta que descubrimos lo buenos que son.


Pido a Dios saber descubrir mis talentos, y hacerlos multiplicar, porque es lo mejor tanto para mí como para los demás.
Y tú, ¿has descubierto tus talentos?

«Su señor le dijo: «¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor».».(Mt 25, 21)

1 comentario en “Los extras

  1. Gracias por tu artículo. Qué grandes verdades escribes. Es toda una labor de catequesis, que anima a ser cristianos de verdad que se toman en serio la fe recibida en el bautismo. La misericordia de Dios ha puesto a nuestra disposición esos manantiales de la gracia que son los sacramentos.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close