Un nuevo corazón

Un nuevo corazón

¡Qué bonito se ve el blog!

Me gusta mucho el logotipo, ese corazón blanco y puro atravesado por una cruz roja; y lo fácil que es navegar por el mismo, que conectadas están las páginas y los post…

¡Cuántas novedades! , pero sin perder su esencia, por ejemplo, su nombre: Testimonios de Amor, ese es su propósito, dar testimonio de Tu inmenso amor para con todos nosotros; sus secciones: meditamos la Palabra, maravillosa reflexión del “Evangelio del Domingo”, el acorde de Dios, cuántas canciones, tan diferentes, y ya se sabe, «el que canta ora dos veces», los testimonios en nuestro viaje hacia la santidad, nos encantaría publicar el tuyo, anímate y contacta con nosotros, y el Rincón de la Fe: entrevistas, celebraciones, recomendaciones de libros, películas, reflexiones, meditaciones, tips, citas…

Me han encantado los cambios, es importante evolucionar, ofrecer una versión renovada, y esto lo podemos aplicar a nuestro día a día, todos debemos aspirar a mejorar, a dejar atrás aquello que nos estorba, que nos pesa, que nos impide crecer y avanzar, que nos hace tropezar y pecar.

Hace unos meses hablando con mi director espiritual me comentaba lo triste que es escuchar a las personas decir que no han cambiado nada, “yo sigo siendo la misma”. Al principio, no entendía a lo que se refería, nunca lo había pensado, me parecía hasta algo bueno y positivo seguir siendo la misma, pero, es verdad, ¡qué pena pensar que no necesitas mejorar en nada! , ¡Creerse perfecta!

¡Anda que no tengo que trabajar! Hablo por mí, tengo tantas cosas que mejorar para convertir mi corazón en uno blanco y puro como el Tuyo, y eso es la santidad, imitarte, hacer Tu voluntad. Gastarme a diario en las dificultades cotidianas sin quejarme,  procurando el bien de cuantos me rodean, su felicidad, como Me has enseñado; y mostrándome servicial, humilde y sencilla, como me ha mostrado María.

Claro que veo mis pecados, mis faltas, mis debilidades, mis errores, mis limitaciones…pero también veo Tu Misericordia en el sacramento de la confesión.

Claro que sé que se sucederán de nuevo, que caeré otra vez, que volveré a defraudarte, pero también sé que Tu gracia me levanta y me restaura hasta setenta veces siete.

«No que ya lo haya alcanzado o que sea ya perfecto, sino que continúo mi carrera, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fue alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no considero haberlo alcanzado todavía; pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante» (Fil 3,12-14).

Sí, tengo que dejar atrás lo que por amor has redimido, si Tú me has perdonado, también yo debo perdonarme y mirar al futuro con confianza y alegría sabiendo que me quieres a pesar de cómo soy.

Se trata de desenterrar y agradecer los talentos que me has dado, de aprovechar y trabajar con los dones recibidos; de abrirme a Tu Palabra; de crecer en mi vida de oración; de cultivar la fe, la esperanza, y la caridad.

Estoy empeñada en seguir caminando hacia Tu encuentro cada mañana, a pesar de mí misma, en dejarte hacer, en dejarte ser mi luz, mi guía, mi Padre, mi Salvador, mi Dios.

“Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme”
(Salmo 50, 12)

Deja un comentario

Somos un grupo de católicos de a pie, que animados por un sacerdote, queremos ofrecer testimonios de cómo el amor de Cristo sostiene y transforma nuestras vidas.