Hola, ¿Qué tal?
¿Cómo llevas el verano?
¿Está siendo un tiempo para encontrarte con la familia y amistades?
¿Te está ayudando a escuchar lo que Dios desea de tí?
En este aspecto, de la escucha, ¡cuánto deberíamos de aprender de nuestra Madre! ¡Y qué mejor que hacerlo en este día, en el que celebramos su Asunción al cielo!
¿Acaso así está alejada de nosotros? Al contrario. Precisamente al estar con Dios y en Dios, está muy cerca de cada uno de nosotros. De ese modo, conoce nuestro corazón, puede escuchar nuestras oraciones, puede ayudarnos con su bondadosa maternidad.
Así pues, tendríamos que acudir a ella con más frecuencia, abrirle nuestro corazón, al igual que siempre lo hemos hecho con nuestra propia madre, y lo seguiremos haciendo, en la medida de lo posible. Y ésto se lleva a cabo en la oración.
¡Y cuánto podemos aprender de ella para nuestra vida de cada día!
Por ejemplo: esa escucha atenta a la Palabra de Dios, ese saber pasar a segundo plano, ayudados de la humildad, esa disponibilidad para estar al servicio de los demás, sin esperar reconocimiento o aplauso alguno, y, ante todo, el saber aceptar la voluntad de Dios en todo momento, venga lo que viniere y como viniese: manifestándose en momentos de cruz.
Su respuesta afirmativa arranca de un amor muy grande a Dios. Ve a Dios en los hermanos. Ofrece a Dios su trabajo de cada día, sin llamar la atención. Y todo por amor a Él.
¿Cómo es tu amor a Dios?
¿Cómo es tu amor a María?
Su ejemplo de unión con Dios, ¿qué te sugiere en esta fiesta de hoy?
A mí, al menos, me suscita el trabajar en mi vida, con más intensidad, el espíritu de servicio a los hermanos y la disponibilidad a la voluntad de Dios: dos metas a alcanzar, imitando el talante de vida de nuestra Madre, en esta Solemnidad de su Asunción.
¿Te animas?
Yo estoy en ello.
Testimonios de Amor 
Hace muchos años, más de 20 en un encuentro de jóvenes, celebrando la Inmaculada Concepción, me di cuenta que apenas hablaba con Nuestra Madre, no estaba presente en mis oraciones, nada le pedía, ni consejo, ni ayuda, ni ánimo…y no me sentía unida a Ella, rezaba algún que otro Avemaría al día pero poco más.
El rezo del Santo Rosario, me acercó muchísimo a Ella, comencé a darme cuenta del ejemplo que era para mi vida, y a admirar su valentía, su fidelidad, su humildad, ahora es mi modelo femenino, si, en estos tiempos en los que tanto se habla del poder femenino, del valor de la mujer, yo tengo mi referencia en María en quien mejor, te animo a que hagas lo mismo no encontrás mejor mujer a quien imitar ni con más valores, ni más sencilla, servicial y humilde.
Hay muchas oraciones preciosas dedicadas a María. Y aquí en el blog, está semana en el Acorde de Dios (martes y jueves) puedes animarte a cantarle.
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¡Cuánto tenemos que aprender de María!
Gracias por la estupenda reflexión.
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Escuchar, aprender y estar siempre al servicio de los demás con alegría. Pedirle al Señor que reine en mí para poder hacer Su Voluntad y pedir a María que me acompañe en todo momento para que no pierda el rumbo que conduce a Su Hijo. La oración confiada lo hará posible.
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A mi la fiesta de hoy me invita , a preguntarme ¿son mis pasos conforme al querer de Dios?¿ son conforme a su voluntad?lo que hago en mi vida , ¿agrada a Dios?
Hay una expresión muy común que decimos que dice así:
» que sea lo que Dios quiera»
Y a veces no nos damos cuenta que estamos expresando ,» querer lo que Dios quiera»
Hoy día confundimos «deseo con voluntad», lo que a mí me apetece es lo que yo quiero, y esta cultura del deseo , de hacer lo que me apetece , se transforman en adicciones, en esclavitudes, nunca se ha reivindicado tanto la libertad hoy dia , y nunca se ha generado tantas adicciones que tenemos hoy dia que nos esclavizan.
Todo esto , porque el mayor drama de la sociedad actual es no tener acogida a la Palabra de Dios. Lo que la Virgen María nos dice hoy es que prioricemos la escucha de lo que Dios nos quiere decir como centro de nuestra vida.
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