CONFIANZA EN EL CAMINO 

Se acerca el verano, y este 2024 haré por primera vez el Camino de Santiago. Somos un grupo de 15 personas más o menos y ya estamos pensando en todos los preparativos. 

Por lo que cuentan otras personas que lo han hecho, parece ser que el tema de llevar un calzado bien adaptado para evitar rozaduras es uno de los más importantes a tratar, aunque tampoco se quedan atrás, la ropa deportiva, la mochila etc, etc, etc. 

Con tantos preparativos comencé a pensar en lo calculado que llevamos tantos aspectos de nuestras vidas y el poco espacio que dejamos a la improvisación, quizás, al menos en mi caso, por la cobardía de no confiar lo suficientemente en mí misma. 

Pero precisamente creo que ahí está nuestro fallo, no es la falta de confianza en nosotros mismos lo que nos acobarda, sino en la falta de confianza en Dios. 

Ahora empiezo a ser consciente de que esa confianza solo se obtiene correspondiendo el amor eterno que no tienes Señor, y aunque a veces la perdamos, hemos de ser conscientes de que hay que volver a obtenerla correspondiendo a ese amor misericordioso que sólo Dios nos ofrece. No nos pide mucho, solo amarlo cada vez un poquito más y mejor. 

Volviendo al Camino de Santiago, pienso como Teodoro y Anastasio, los discípulos del Apóstol Santiago llevaron su cuerpo sin vida desde tierras lejanas hasta Galicia para darle allí sepultura Todo lo que tenían era una confianza plena en Dios y viajaron supeditados a los designios del Santo, en una barca de piedra sin timón ni vela; nada de mochilas ni zapatillas de marca. 

Pidamos al Señor que aumente nuestra confianza en EL. Que seamos capaces de decirle con nuestro corazón abierto de par en par “hágase” hasta el punto de que nuestros sufrimientos se vuelvan gozosos por sabernos unidos al El. Pidámosle porque EL sea nuestra única meta en este camino que es cada una de nuestras vidas. Buen viaje. 

Deja un comentario

Somos un grupo de católicos de a pie, que animados por un sacerdote, queremos ofrecer testimonios de cómo el amor de Cristo sostiene y transforma nuestras vidas.